miércoles, 23 de julio de 2014

Pero "patchwork patchwork" ;)

Hace más de un año, acudí a un curso que organizaba la empresa  I Do Proyect en Sevilla sobre iniciación al patchwork. Me enseñaron a hacer log cabin; y al principio me sonó tan a chino que no sabía ni cómo se escribía. El taller consistía en hacer un pollito aplicando esa técnica. Tengo que confesar que aprendí la técnica pero el pollito nunca salió del huevo; vamos, que jamás fui capaz de acabarlo.
 
Como soy tan apasionada de todas las manualidades, sea lo que sea, llegué a casa y llamé a mi madre para decirle lo fantástica que era esa técnica que había aprendido. Ella me contó que hay un grupo de personas en el pueblo donde vivo que se reúne precisamente para hacer patchwork.
Empecé a asistir a esas reuniones, y aunque mi horario laboral era incompatible, iba siempre a última hora aunque fuese para charlar con las mujeres que había por allí.
Al parecer me contaron que ese grupo se había formado gracias a una mujer, que ya por fin conozco, que daba realmente clases de patchwork pero que hacía más de un año se había vuelto a Canarias.
En ausencia de esta persona se quedaron dos personas fantásticas liderando los talleres.
Cuando llegué me di cuenta que realmente "patchwork, patchwork" no se hacía mucho, pero me dispuse a aplicar la técnica que había aprendido para hacer un cojín. Así pues, ¡ahí estaba yo!. Sola ante el peligro mientras algunas caras se asomaban para ver lo que hacía. Recuerdo que me decían: -aaaahhh... pero eso es "patchwork, patchwork"-.
He de decir que si bien es cierto que allí se hacía un poco de todo, según me comentaron desde que la profesora se fue a Canarias las labores de patchwork habían decaído bastante.

Así que yo este verano he decidido que quería hacer, como dicen allí, "patchwork, patchwork". Así que he cogido una revista que encontré por ahí y me dispuse a hacer un bolsito.
 
Reconozco que soy muy exigente a la hora de seleccionar las telas y tengo que estar muy convencida de la combinación que voy a usar para que realmente me motive hacerlo. Pero yo me pregunto: con todo el trabajo que esto tiene... ¿No vale la pena que las telas sean preciosas? OF COURSE!
 
Así que este Post va dedicado a aquellas personas amantes del patchwork que tienen la santa paciencia de hacer proyectos de gran tamaño. Yo a eso aun no he llegado... Pero todo se andará. ;)
 
Las telas que he usado son japonesas. Algunas las he comprado en una tienda de Barcelona que se llama Nunoya y otras las he comprado en una tienda de Sevilla que se llama Zález. Me gustaría decir que la dependienta, que imagino sería la diseñadora, es un encanto de persona. A parte de telas, tiene unos bolsos preciosos!
 
Aquí os dejo el esquema que seguí junto con mis telas preciosas:
 

Pensé que quería hacer un bolso que tuviese ese dibujo, con telas combinadas de diferentes tipos por un lado y por el otro.

Y, poco a poco, fui creando...
Primero, siguiendo las indicaciones del dibujo, hice los dos cuadrados:

 
Después pensé que necesitaría otra tela para unir y montar el bolso. Le puse una oscura y el resultado fue quedando así:


A continuación, le puse entretela siguiendo las indicaciones de la chica de Zález ;) -Gracias Núria-.
Y, por último, le puse un forro negro por dentro y le hice las asas, y el resultado fueee... ¡¡tatatachaaaann!!


¿Qué os parece? No está mal para ser el primero. Tengo que decir que me ha salido un poco grande, así que el próximo, que ya lo estoy creando en mi cabecita, será más  pequeñito. :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario